A primera vista los trabajos de la artista estadounidense Alexa Meade parecen retratos comunes y corrientes. Pero esta sensación desaparece cuando el «retrato» pestañea, se levanta y abandona el escenario. Alexa Meade no pinta sus retratos sobre lienzo, los realiza directamente sobre el modelo.
Su carrera artística empezó con una pasión por las sombras. Alexa, impresionada con la belleza de las sombras empezó a perfilarlas sobre la superficie en la que caían. Así, cuando la luz se cambiaba, la sombra pintada no se movía de sitio. Las sombras son tan cambiantes, pero también lo son las luces. Así Alexa se propusó captar las tonalidades de los objetos pintando directamente sobre ellos. Empezó pintando paredes, suelos…y acabó pintando sobre personas vivas.
Las pinturas de Alexa Meade convierten lo tridimensional en una imagen de dos dimensiones. La artista hace fotografías de sus modelos e independientemente del ángulo que escoge siguen pareciendo pinturas, no personas de carne y hueso. Parece imposible distinguir una fotografía de Alexa Meade de una pintura. Así en sus exposiciones aparecen modelos vivos pintados para que los expectadores puedan apreciar el trabajo con sus propios ojos.
En esta conferencia que Alexa Meade dio para TED, la artista explica cómo ha llegado a pintar sobre personas en vez de llenzos y cómo abandonó la carrera en política para seguir su pasión por las luces y las sombras.
Hoy a nadie le sorprende que el cuerpo humano se utilice como heramienta o como soporte para crear arte. La historia de arte conoce a artistas que han usado el cuerpo a modo de pincel, a performancers que han permitido que el espectador trate sus cuerpos a su antojo, autores que han intervenido en sus propias caras como si de una ecultura se tratara…Sin embargo, la obra de Alexa Meade parece diferente. Tal vez porque no produce escándalo. La joven artista estadounidense pinta sobre personas y las expone en galerías, sin embargo su arte no tiene este aire de maltrato ni humillación que suelen tener las performans con el uso del cuerpo. Sí, pinta sobre personas, pero no es el cuerpo lo que interesa, sino este juego visual, este engaño óptico que se produce.
Las artes plásticas se han relacionado siempre con la imitación de la realidad. Aunque a partir del siglo 18 la imitación dejó de ser el mayor propósito del arte, hasta ahora sigue habiendo pintores que intentan con todas sus fuerzas convertir su pintura en la realidad. Y la actitud siempre es la misma: la pintura se trabaja con toda la precisión posible para conseguir que se iguale a lo que representa. Si yo pinto un autorretrato, tengo que conseguir que mi cuadro se me parezca, que sea yo. La solución de Alexa Meade es más facil: mi cuadro soy yo, porque yo misma soy mi cuadro. Este retrato eres tú, porque tú mismo eres el lienzo.
Ya no es la pintura la que se convierte en la realidad. Es la realidad que se vuelve pintura. Y este planteamiento es el que más sorprende. Esto no es simplemente arte del cuerpo. Esto es arte al revés!
Arina Shorokhova
EnClaveDeLa 