Durante el próximo mes Salamanca podrá conocer a sus artistas más «frescos». Hoy, el día 30 de octubre, La Salina presenta al público la nueva selección del certamen Jóvenes Pintores. Seis obras de las 20 seleccionadas son creaciones de artistas mujeres. Sin embargo, todos los premios llevan nombres masculinos.
El certamen Jóvenes Pintores se convoca cada año por la fundación «La Gaceta» y pretende ser una muestra de las corrientes artísticas más actuales. Así en un recorrido rápido por la sala el espectador puede conocer las novedades de la pintura salmantina. Y va a ser para él todo un descubrimiento.
La primera sorpresa para el espectador es la variedad de significados que ha adquirido actualmente la palabra «pintura». Pues la muestra reúne obras hechas con plásticos y maderas, con vidrio y vinilo y hasta con arena. Se ven incluso trabajos impresos sobre papel o lienzo. En esta compañía los pintores que pintan con pinturas y pinceles parecen auténticos vanguardistas.
Se suele decir que cada artista utiliza su propio lenguaje a la hora de pintar. No obstante, a la hora de poner títulos se ve más concordancia. La cantidad de títulos en inglés es tan elevada, que uno empieza a sentirse extranjero en una muestra de arte salmantina. ¿Cual es la razón de esta moda extraña? Puede que un título escrito en inglés parezca algo más «chulo», pero entre tanta chulería un «Sin título» de toda la vida resulta más sincero.
Así pues, el certamen Jóvenes Pintores resulta ser todo un descubrimiento. Quizá para salvar al espectador de tanta novedad, los artistas escogidos son casi todos los mismos que el año pasado.
Pero a nosotros nos interesan sobre todo las seis artistas que participan en la muestra: Liseth Rodriguez Figuera («Wating to escape»), Laura Ramis Moreno («Glitter»), Carolina Valls Juan («Arquitectura Efímera XXV»), Mabel Esteban García («Sin título»), Sara Oliver Gómez de la Vega («Magnifying glass II»), Laura Medina Solera («(Des)conectados»).
Se trata de seis obras muy distintas. Prácticamente todas las autoras han escogido un material o una técnica inusual. Laura Ramis presenta una placa de PVC ondulado decorada con vinilo adhesivo; Carolina Valls prefiere apoyarse en las nuevas tecnologías e imprimir su obra directamente sobre lona con pocas intervenciones manuales; mientras que Sara Oliver Gómez se propone todo un reto convirtiendo el lienzo en un elaborado mosaico. A diferencia de estas tres artistas, cuya obra llama la atención gracias al material y la técnica escogidos, Liseth Rodriguez crea en su obra un espacio inquietante utilizando solamente óleo y acrílico. La obra compuesta de dos piezas invita a reflexionar y a buscar sus posibles interpretaciones.
Un cierto equilibrio entre la originalidad técnica y el contenido muestra Laura Medina Solera, que desde el año pasado sigue sin sacar la cabeza de una caja de cartón. Esta vez no es solamente un poliptico, es todo un pequeño museo dentro de un cuadro. La frase «técnica mixta» en la descripción de este trabajo se queda pequeña. Dibujo sobre papel vegetal, trabajo con tipografía, collage, hasta un pequeño ready made – todo tiene cabida en este curioso conjunto. Y el mensaje, más claro que el agua – cada uno con su casa (caja). Al final todos estamos (des)conectados.
Se ve que la muestra Jóvenes Pintores tiene bastantes cuadros destacables. Pero si yo tuviera que quedarme con uno, me elección sería la pieza de Mabel Esteban García. No es un cuadro que sorprenda por sus anormales dimensiones, formas rebuscadas o materiales sofisticados. La pieza sin título atrae precisamente por su sencillez. Realizado con óleo y cera el trabajo de Mabel Esteban tiene un aire de serenidad y melancolía. Puede que sea este color verdoso calmante el que envuelve al espectador, o la postura del personaje, a la vez forzada y natural. Sea lo que sea, hay algo en este cuadro que no deja indiferente y que invita a sentir más que a pensar.
Les invito a contemplar esta pieza, a sentirla, a saborearla. Porque si lo pensamos bien: puede que sea el sentimiento lo que le falta al arte actual.
Y tal vez serán precisamente LAS artistas, las que nos salvarán de esta escasez.
Arina Shorokhova.
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